Tal y como anunciamos, los pasados días 10 11 y 12 de Julio los cuentistas nos dispusimos a realizar una maratón sobre la saga de J.K. Rowling
Allí estábamos Javi, Maca, Roger y Oscar, el primer día, deseosos de comenzar con el evento. En el momento en que comenzamos con la proyección, ya no hubo marcha atrás. Nos encontrábamos sólos ante una sala con gente expectante para comenzar, y sin más, palomitas y cocacolas en mano, empezó la película. La sala estaba preparada con su proyector y todas las sillas en fila cual cine de verano. Al terminar el primer día, todos salimos contentos de como se desarrolló.
El segundo día continuó de igual manera, con un poco menos de público, pero no por ello menos expectante, hasta que al fin, llegó el momento de la verdad, Domingo 12 de Julio, la competición por la copa de la casa.
Con un aforo completo en la competición, dimos comienzo a la actividad más esperada de la Maratón. Los participantes se esforzaban al máximo, exprimiendo sus cerebros para resolver toda clase de acertijos, demostrar quien sabe más sobre Harry Potter, y sorprendernos con sus ingeniosas respuestas en la prueba de los TIMOS.
Tras los trepidantes duelos de magia, en los que los duelistas atacaban, defendían, y esquivaban hechizos, y tras unas rondas de palabras encadenadas, dió lugar la entrega de premios. En primer lugar, la casa ganadora, gozó de una enorme piñata llena de golosinas y caramelos. Después procedimos a la entrega de premios individuales, entre los cuales se entregaron 8 entradas para el estreno de la sexta película, camisetas, libros... y tras tanto alboroto, llegó la hora de la limpieza, un poco de confeti por aquí, unas palomitas rancias por allí, un papel de caramelo por el otro lado, pero sobretodo, de lo que más hubo, fueron sonrisas y alegría tanto por parte del equipo de LOT, como por parte de los participantes y de de la casa de la juventud. Sin duda alguna, una gran competición, con unos grandes participantes, que llegaron incluso a ceder su entrada a la película para que otros participantes pudiesen ir. Y así, como todo cuento, llegó el final, en el que en vez de perdices, los cuentistas, comieron palomitas, y se pusieron manos a la obra, con el próximo evento.
~Javi~